Cáscaras de nuez para abonar tus plantas:

Las cáscaras de las nueces pueden ser un perfecto abono para las plantas de tu jardín. Esto es debido a que son muy ricas en fósforo, potasio, sodio, hierro y zinc. Las cáscaras troceadas o enteras, liberan estos nutrientes a medida que se van descomponiendo. Y estos serán absorbidos por las raíces de las plantas, siendo muy beneficiosos para el sustrato y la tierra.   

Para usarlas en tu propio jardín y tus plantas, puedes esparcirlas por el suelo sin apenas manipularlas o moliéndolas a consciencia. De la primera forma, el material se descompondrá poco a poco y se conseguirá que las raíces obtengan los nutrientes que queden disponibles naturalmente. En el caso contrario, la cáscara de nuez molida es aconsejable cuando se necesitan ver resultados cuanto antes, ya que llega más rápido a las raíces.

Cáscaras de nuez para tu cabello:

En cuanto a los beneficios que tiene la cáscara de nuez para ti, destacamos la importancia que tiene para el cabello. Evita la caída precoz además de ser un maravilloso tinte natural. Debido a su alto contenido en fósforo, lo repara y fortalece. Puedes usarlas haciendo una infusión, las trituras y las hierves para posteriormente aplicarte esa pasta directamente en el cabello.

Cáscaras de almendra en el plástico reciclado

Por cada kilogramo de almendras producidas, se producen dos kilogramos de cáscaras. Casi se podría decir que el producto real no es tanto la almendra en sí misma, sino lo que la contiene.

Las cáscaras de frutos secos no dejan de sorprendernos por su versatilidad y resistencia. Es el caso de las almendras, cuyas cáscaras son un perfecto material para reforzar ciertas estructuras y componentes. Hablamos del plástico reciclado tradicional, el cual carece de ciertos componentes estructurales como la resistencia al calor y la rigidez. Añadiendo polvo de almendras, este problema se solucionaría de raíz. 

Cáscaras de almendra como combustible:

Por otra parte, es un material perfecto para usarlo como combustible renovable para calderas y estufas tanto industriales como domésticas. Esto es debido a sus óptimas condiciones de combustión, ya que no emite apenas componentes sulfurados y nitrogenados ni partículas sólidas. Usada como biomasa, la cáscara de almendra tiene un alto poder calorífico además de un bajo contenido en elementos perjudiciales como cenizas, cloro y azufre. 

Fuentes: San Blas, InNaturale.