¿Conoces la Astenia primaveral?
Se trata de una sensación pasajera de cansancio tanto físico como mental, que se produce durante el inicio de la primavera, se considera que su causa se debe a un conjunto de factores como las variaciones de clima que podemos observar durante ese periodo, cambios de horario, se alteran nuestros hábitos de vida…
Los síntomas son subjetivos y este estado no está clasificado como una enfermedad porque no se trata de una situación patológica sino cierta dificultad que tiene nuestro cuerpo para adaptarse a estas condiciones variables.
Las personas que pasan por este estado sienten nostalgia, tristeza o apatía en las dos primeras semanas de la primavera, aproximadamente, y suele ser algo poco preocupante que vuelve a regularse cuando la persona se adapta a los cambios mencionados. En caso de que esta sensación persista en el tiempo se recomienda consultar con un profesional.
Debido a que no se trata de un trastorno patológico no es necesario el tratamiento médico como tal y es posible tratarlo con ciertas pautas incorporadas a nuestra vida. Las medidas que recomendamos y que se mantienen ligadas a un estilo de vida saludable son:
- La importancia del descanso: crear horarios fijos que permitan descansar un mínimo de horas adecuado, cenar de forma ligera y con alrededor de 2 horas de antelación, disponer de un ambiente adecuado para el descanso.
- Ejercicio físico: Practicar ejercicio de manera habitual ayuda a relajarse y facilita un correcto descanso. Además, recomendamos las actividades al aire libre para aumentar estos beneficios.
- Hacer lo posible por guardar pequeños espacios de tiempo libre. Este estado se caracteriza por apatía hacia las tareas cotidianas, añadir tareas en nuestro día que nos relajen y logren reducir la sensación de monotonía es favorable en esta situación. Además, estas actividades suelen acompañarse de una actitud positiva que trasladamos al resto de nuestras tareas.
- Se destaca la importancia de llevar a cabo una alimentación equilibrada. Es relevante recordar que nuestra alimentación es individual y basada en los factores personales de cada individuo, pero existen algunas recomendaciones que es posible adaptarlas a las personas sanas con el objetivo de reducir los síntomas de la astenia. Se recomienda priorizar el consumo de frutas y verduras, estos productos contienen alta cantidad de vitaminas y minerales los cuales nuestro cuerpo puede escoger para combatir los síntomas.
- Crear una distribución de comidas lo más adecuada posible, al igual que es importante dedicar tiempo al descanso, es importante establecer tiempos para poder llevar a cabo las 5 tomas diarias.
- Consumo de agua adecuado. Uno de los principales motivos de la astenia es los cambios de temperatura, la humedad y la presión atmosférica, por estos motivos es ideal consumir abundante agua para lograr que estos factores no causen efectos negativos en el organismo.
Finalmente, recordamos la importancia de prestar atención a nuestras emociones, identificar aquellos síntomas que nos provocan malestar y si fuese necesario acudir a un profesional que ayude a gestionar esta situación con las pautas adecuadas.