¡Oficialmente ha llegado la temporada de bodas! En estos días de verano, miles de parejas se dan el SI QUIERO. Y no queríamos que una tradición relacionada con la celebración del Matrimonio y ligada al mundo de los frutos secos, quedara olvidada.
Durante siglos, se ha conocido a las avellanas por sus posibles efectos afrodisíacos, entre otras bondades. Existen numerosos lugares en el mundo, donde es tradición colocar avellanas en las celebraciones , o incluso, disponer varias cestas de avellanas y otros frutos secos alrededor de la cama en la noche de bodas.
Son muchas las propiedades saludables de las Avellanas, pero además, se han asociado como símbolo durante muchísimos años en varias culturas. Hoy, compartiremos con ustedes, las relacionadas con el rito del Matrimonio.
Ya desde la antigüedad, la avellana ha desempeñado un papel importante en la simbología de los pueblos germánicos y nórdicos, en representación de la fecundidad y la fertilidad.
Cuenta la leyenda que Iduna, diosa de la vida y la fertilidad de la mitología nórdica, es liberada por Loki, que una vez transformado en halcón, la lleva bajo forma de una avellana.
En Alemania, se recogen numerosas ciudades en las que se incluyen las avellanas en la celebración de las bodas. En Hannover, la tradición exigía que la gente gritase: ¡avellanas! ¡avellanas! a los jóvenes cónyuges. La novia, a los tres días de su boda, distribuía avellanas como signo que el matrimonio se había consumado. En otras zonas, estos frutos se ofrecían a las parejas de recién casados en su noche de bodas (suponemos que los motivos sean por su aporte de energía, y porque además… ¡están buenísimas!
Si estás invitado a una boda en Rusia, no olvides ponerte a resguardo durante el banquete. Según la costumbre, la suegra lanza avellanas y avena a la cabeza de su nuevo yerno.
Y no hace falta que hagamos un viaje en el tiempo, ni que nos traslademos a otros países, ya que en España también contamos con algunas localidades donde las protagonistas son las avellanas. En Ciudadela, capital de la isla de Menorca, durante la fiesta de San Juan, es costumbre que los jóvenes arrojen cáscaras de avellana a las mujeres casaderas…
Es interesante, que los frutos secos y concretamente las avellanas formen parte de leyendas y la cultura tradicional, y que durante generaciones, éstas pasen pasan de padres a hijos. Y es más agradable aún, si el objetivo de estas costumbres, es promover e impulsar el AMOR.
Consejo:
«Les recomendamos un desmesurado consumo de avellanas, que incremente considerablemente sus dosis de Amor»
FUENTE:
Frutos Secos, Salud y Culturas Mediterráneas. Editorial Glosa, S.L., 2005; Jordi Salas- Salvadó; Emilio Ros- Rahola; Joan Sabaté Casellas.