Desde el día 23 de marzo y hasta el día 21 de abril, se celebra el Ramadán 2022, el mes más sagrado del calendario islámico. El comienzo del ramadán cambia todos los años, ya que el islam se rige por el calendario lunar y comienza con el avistamiento de la luna creciente del noveno mes de dicho calendario.
Para explicar por qué se celebra este período sagrado de ayuno, encuentros entre familiares y amigos y dedicación a la oración en la comunidad musulmana de todo el mundo, debemos remontarnos al año 610 d.C., en el que, según las creencias islámicas, el ángel Gabriel se le apareció al profeta Mahoma para revelarle el libro sagrado del islam, el Corán, que no es otra cosa que las palabras directas de Dios o Alá.
El ayuno es la parte más importante de este mes de celebración, pero también lo es el reunirse con la familia y la comunidad en las comidas previas al ayuno al amanecer, el suhoor y después del ayuno al anochecer, el iftar.
Y si hay un alimento verdaderamente protagonista en el Ramadán, ese es el dátil. Nunca pueden faltar los dátiles en la mesa en ninguna de estas comidas, se trate bien de gente humilde o más pudiente.
En los lugares donde predomina la religión islámica, es frecuente ver las tiendas y supermercados con todo tipo de dátiles en sus estanterías, incluso dedicándoles espacios especiales, llenos de muchas variedades, desde la más corriente, la «deglet nour» a los famosos dátiles «medjoul«, apreciados por su gran tamaño, carnosidad y excelente sabor.
Pero, ¿por qué son tan demandados los dátiles durante este mes tan especial?
Existe una creencia entre la comunidad musulmana de que el profeta Mahoma rompía siempre el ayuno con dátiles y agua, atribuyéndole la frase: «Una casa sin dátiles es una casa donde se pasa hambre».