Es habitual escuchar hablar de la importancia del omega 3 y como este debe estar presente en nuestras comidas diarias, pero hoy vamos a explicar el porqué de su importancia y las funciones que cumple en nuestro cuerpo.

El omega 3, al igual que ocurre con el omega 6, son ácidos grasos esenciales, ¿esto que quiere decir?, significa que nuestro cuerpo no es capaz de elaborarlo por sí solo y es necesario consumirlo a través de los alimentos.
Las funciones que cumple el omega 3 para nuestro organismo son múltiples, se tratan de unos ácidos grasos tremendamente importantes para nuestro cuerpo.

Estos son los encargados de crear esa membrana que cubre todas nuestras células, lo cual les aporta fluidez, permeabilidad y flexibilidad, estas cualidades logran que el aporte de diversas sustancias como por ejemplo los nutrientes puedan llegar al interior de nuestras células sin problemas.

Por otro lado, el omega 3 es necesario para la formación de las neuronas y de la retina, entre otras cosas. Es por este motivo que se recomienda destacadamente su consumo en mujeres embarazadas, las cuales deben aportar este omega 3 a la formación de sus bebés.

El omega 3 se asocia con un menor riesgo de padecer demencias de manera general, y más concretamente de sufrir alzheimer, contribuyen a favorecer la fertilidad y a reducir la
neuroinflamación. Estos ácidos grasos son un importante antiinflamatorio destacable, porque no solo reduce los estímulos de la inflamación si no que, además, limpian los residuos que resultan de dicha inflamación.

Para beneficiarnos de los múltiples beneficios que nos aportan es necesario contemplar su consumo en nuestra dieta diaria, como parte de una dieta variada y equilibrada. Como fuentes destacamos, en alimentos animales, los pescados azules, entre los que se encuentran el salmón, las sardinas, los arenques… los cuales se recomiendan consumir entre 3 y 4 veces a la semana. En cuanto a los alimentos vegetales, destacamos las nueces, las semillas de chía o de linaza y el aceite de linaza.