HISTORIA Y ORIGEN

El higo ha sido un fruto apreciado desde tiempos remotos, existen referencias bíblicas que atestiguan su valor alimenticio, medicinal y como símbolo de abundancia. En Asia se considera como afrodisíaco y en la Antigua Grecia eran ingeridos por los atletas olímpicos para aumentar su resistencia frente al esfuerzo prolongado. Las mujeres de la época lo empleaban para tener un parto feliz. Fue empleado como medicina y en algunos países como Francia todavía se emplea en forma de Sirope para el tratamiento de catarros.

Es originario del norte de Anatolia (2000-3000a.c.) desde donde se fue distribuyendo por todo el Mediterráneo. Los higos proceden del Mediterráneo oriental, desde donde se extendieron rápidamente por todo el mundo conocido, su sabroso sabor y su facilidad de transporte convirtieron a los higos en un alimento ideal para ser transportado en las caravanas que han atravesado el mundo desde el principio de la Humanidad. En las antiguas pirámides egipcias se han hallado dibujos de higos y de higueras. Los franciscanos llevaron higos al Nuevo Mundo en 1760. Plantaron higueras alrededor de sus misiones en toda la costa del Pacifico, desde México hasta Oregón. Hace unos 100 años, los agricultores de California importaron esquejes de la variedad Smyrna de Turquía

DESCRIPCIÓN Y CULTIVO

El higo seco procede del árbol frutal Ficus Carica, conocido coloquialmente como higuera. La Higuera crece casi en cualquier parte, en suelo rico y pobre, y requiere unos cuidados mínimos. Y la mayoría de estos árboles no tienen necesidad de polinización.

PRODUCCIÓN

Actualmente, su importación proviene de Turquía, y también de la producción autóctona española (Granada, Málaga, Jaén, Murcia, Extremadura, etc.)

El fruto (higo) una vez madurado y desecado en el árbol cae por su propio peso al suelo, de donde es recogido por el agricultor y trasladado a los sequeros, donde termina de secarse hasta adquirir el grado de humedad apto para su elaboración.

Una vez en fábrica se procede a su esterilización, limpieza y primera clasificación en cribas automáticas. Una vez lavado se procede a su secado, enfriado, y clasificación definitiva por categorías. En función de su tamaño y variedad, los higos pasan a la nave de fabricación de pasta o a la nave de envasado. En el primer caso, se procede a su trituración y refinado, para después en una máquina de inyección darle la forma adecuada a su formato de envase. En el segundo caso, el higo puede ser envasado natural o harinado.

VARIEDADES Y CALIBRE

Cuello Dama (A, B, C, D;  España)
Pajarero (A, B, C, D;  España)
Granillo (A, B, C, D; España)
Lérida (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9; Turquía)

 

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